Una operación complicada

Testimonio de Fernando Yi, quien atribuye a San Josemaría la rápida recuperación de su hijo tras una complicada operación.

La familia Yi en pleno. José David (derecha) tuvo que ser operado dos veces y se recuperó rápidamente gracias a la intercesión de San Josemaría.

Es un amigo más. Le piden que interceda ante Dios en las cosas grandes y en lo sencillo del día a día. Estos testimonios familiares intentan reflejar cómo, el fundador del Opus Dei, es parte de su vida cotidiana y su conducto más directo para que sus peticiones lleguen más rápido al cielo. A continuación el testimonio de Fernando Yi, desde Chiclayo, quien cuenta la milagrosa recuperación de su hijo gracias a San Josemaría.

"Mi hijo José David tiene 32 años, es el segundo de mis ocho hijos, trabaja en Lima y vive solo. El último 12 de abril, mientras almorzaba se atragantó con un hueso de pollo y desde ese momento ya no pudo ingerir alimentos sólidos. Al día siguiente fue a un policlínico de la seguridad social pero fue para peor porque le recetaron unos medicamentos a los cuales, resultó, que es alérgico. Mientras tanto él, por no faltar al trabajo, pretendía que su mamá, que es enfermera, lo cure por teléfono, tal como había ocurrido en otras ocasiones.

José David Yi, escoltado por sus padres.

En los siguientes ocho días acudió a otras dos instituciones de salud pero en ninguna tomaron las medidas convenientes para su curación; y es así que recién el 21 de abril, siguiendo la recomendación que varias veces le había hecho su mamá, viene a Chiclayo, nuestro lugar de residencia, para ser atendido y ese mismo día mi esposa lo hace ingresar por emergencia en el hospital de la seguridad donde ella trabaja. Por los exámenes que le hicieron se descubrió que el hueso le había hecho varias perforaciones en el esófago y toda esa zona estaba infectada; programaron su operación para el 24 de abril y ese mismo día los cirujanos nos llamaron, a mi esposa y a mí, para explicarnos en qué situación nuestro hijo entraba a sala de operaciones y cuáles iban a ser las acciones que iban a tomar durante el acto quirúrgico; nos presentaron un panorama bastante sombrío, con pocas probabilidades de vida ya que inclusive tenía el diagnóstico de mediastinitis y mi esposa ya me había explicado la gravedad de esta infección.

Desde el 21 de abril empezamos, toda la familia, a encomendar, con mucha intensidad, la curación de José David a San Josemaría, a Don Álvaro y a la Virgen; y no sólo nosotros sino también mucha gente de la Obra, hombres y mujeres, de Chiclayo, Lima y Cañete.

Después de la operación José David pasó a la Unidad de Cuidados Intensivos donde tuvo varias complicaciones de origen intestinal que obligaron a que se le programe una segunda intervención quirúrgica para el 12 de mayo, fiesta de Don Álvaro, y ese mismo día, antes de la operación, le hicieron un examen radiológico que indicaba la cicatrización de las perforaciones en el esófago; el conocimiento de este hecho me anonadó, pues una de las cosas que nos habían dicho los cirujanos era que este tipo de fístulas pueden tardar 4 ó 6 meses en cicatrizar o no hacerlo nunca.

El 21 de mayo le dieron de alta y ahora, está en casa recuperándose satisfactoriamente. No cabe duda que la Virgen nos ha hecho una caricia y que San Josemaría, desde el cielo, cuida a mi hijo con mucho amor.