Piura: ¡Atrévete a inspirar!

El Centro Cultural Carel trabaja actividades con escolares y universitarias en la ciudad de Piura, desde hace tres décadas. Algunas semanas atrás, organizaron un workshop con el deseo de plantearse metas que ayuden a inspirar a las demás.

Quedaban tres meses para terminar el año, nuevas universitarias se habían vinculado con la labor del Opus Dei en Piura y algunas ya eran de san Rafael. ¿Cómo hacemos para conocernos mejor, planear juntas actividades de cierre de año y llegar a más amigas? Fue así que nació el workshop “Atrévete a inspirar” que se llevó a cabo en Las Norias, una casa de convivencias en Piura.

De inicio a fin, nos apoyamos en jóvenes que frecuentan las actividades de la labor de san Rafael y en las supernumerarias más jóvenes. Sasha, Sinthia y Clarita nos sugirieron los modos de transmitir los contenidos, las tertulias y los juegos. Queríamos que descubrieran lo maravilloso que es ser de san Rafael y el horizonte apostólico por delante. También varias agregadas colaboraron en la iniciativa.

¡Llegó el día! nos trasladamos con un buen arsenal de bocaditos y una torta pues celebraríamos el cumpleaños de Adriana, pero mejor que Ximena nos cuente cómo lo vivió:

Es difícil resumir en una palabra o describir en un par de líneas todo lo que la convivencia de Carel significó para mí: un encuentro cercano con Dios, amistad, calidez, revelación...

Es difícil resumir en una palabra o describir en un par de líneas todo lo que la convivencia de Carel significó para mí: un encuentro cercano con Dios, amistad, calidez, revelación, naturaleza y comida deliciosa, son algunas de las ideas que se me vienen a la cabeza.

Tal vez podría empezar contando esta historia desde el principio, para que puedan comprenderme. Todo comenzó un sábado 30 de septiembre, cuando surgió la idea de realizar esta actividad. Era de mis primeras oportunidades asistiendo a Carel, y la idea de una convivencia en Las Norias se sentía más como una nube lejana llena de posibilidades, pero lejana, al fin y al cabo. Pronto, como todo en Carel, logramos convertir esa idea en una realidad palpable. Entonces llegó el tan esperado 21 de octubre, y debo contarles que me fue difícil llegar. Me perdí y estuve dando algunas vueltas, pero aquella pequeña vicisitud me hizo descubrir desde el segundo uno el soporte que Carel te ofrece, pues Susana se mostró pendiente y dispuesta a lo que pudiera necesitar. Finalmente, lo logré. Llegué a Las Norias, y así se inició esta gran aventura.

Todavía recuerdo mi nerviosismo al llegar. Estaba apenada por haber tardado, saludé tímida y me senté a ver el video que se estaba reproduciendo en el televisor de la sala de la casa, en el que Isabel Sánchez, explica qué es ser de san Rafael. Al culminar, todas empezamos a compartir lo que más nos había impactado del video, y esto se sintió como un soplo de esperanza con miras al futuro. Un grupo de chicas jóvenes planteándose cuestiones trascendentes, reflexionando sobre la verdadera esencia de la amistad, sobre “ser faro, luz en la vida del prójimo” y, en general, lo que integralmente significa “ser de san Rafael”.

En el jardín de Las Norias (Charo, Gianella, Adriana, Clarita, Andrea, Susana R. y Ximena)

Junto a las actividades a fin de fortalecer la amistad, tampoco podía faltar la adoración al Santísimo Sacramento del Altar, la meditación, la Santa Misa y el rezo del rosario, nuestro encuentro cercano con Dios, nuestro Padre y Creador. También leímos juntas un artículo que recopilaba experiencias de otro país que parecía haber sido escrito especialmente para nosotras, como si todo se hubiese alineado para que aquel sábado 21 estuviéramos justo allí, oyendo esas palabras.

Nuestra invitada de honor fue Renata, docente del Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad de Piura, quien se ha especializado en el tema del enamoramiento. La charla se extendió mucho más de lo pensado, fue inspirador ver como nos involucramos con el tema, y así fuimos comprendiendo más el significado de esta faceta en el ser humano.

Me quedo con la mano de Dios sobre nosotras, y con las huellas que me dejó aquel fin de semana en Las Norias. Me quedo con todo lo vivido.

Todo lo que siguió después podría resumirlo en amistad, calidez, diversión y risas. Al terminar de almorzar nos recostamos en el pasto mirando al cielo y sintiendo la suave brisa acariciando nuestros rostros. Tuvimos la dicha de sentir el cálido abrazo de la naturaleza, la maravilla de la creación de Dios. También imitamos fotos de Pinterest. Las risas no pararon. Al caer la noche hicimos karaoke, escenificamos “El Titanic” y bailamos, fue divertidísimo. Todos, alguna vez en su vida, merecen pasarla tan bien como nosotras aquella noche. Me quedo con la mano de Dios sobre nosotras, y con las huellas que me dejó aquel fin de semana en Las Norias. Me quedo con todo lo vivido.

Sinthia Morales, una de las organizadoras, se incorporó con retraso al workshop porque estaba fuera del país por motivos laborales y, pese a las complicaciones, consiguió llegar y participar en nuestra actividad. Para ella, fue una oportunidad para descansar de la rutina diaria y motivación para impulsar las nuevas ideas que estamos organizando desde Carel: «tuvimos un momento de diversión que fortaleció la unión entre las chicas que fuimos a la convivencia y que constantemente realizamos en la labor de san Rafael. Fue una bonita experiencia rodeada de la naturaleza y culminó con la misa dominical que trajo mucha paz en mi corazón».

Andrea, Sinthia, Angie, Charo, Nicolle, Alma Rosa, Angélica, Susana R., Clarita, Susana T., Ximena, Esther y Diana

También fue ocasión de conocer un poco más a Angie quien recientemente ha comenzado a frecuentar Carel. Al finalizar, nos sorprendió compartiéndonos un simpáticoreel (resumen de la actividad). Discretamente fue haciendo clips de videos, captando los mejores y más entrañables momentos, que refleja muy bien lo que más valoró de esos días: «Lo que a mí más me dejó huella fue poder conocer a cada una de las integrantes de san Rafael y saber más de las labores apostólicas, haciendo nuevas amistades que comparten los mismos intereses. Salí recargada espiritualmente».

Organizamos una lluvia de ideas, luego de la cual, concretamos en dos nuevas actividades para Carel: un bingo familiar pro fondos para la restauración del retablo de la casa y el cuadro de la Virgen de la capilla de Carel; así como una actividad navideña para niños y sus familias de un caserío de Piura.

Para terminar, en palabras de Clarita, hemos palpado que todas podemos aportar y como decía san Josemaría: «De cien almas nos importan las cien». «Aprendimos cuán valioso es escuchar a todas y hacerle saber que sus opiniones nos importan y, sobre todo, que, de la mano de Dios, siempre hay un resultado bonito», afirmó Clarita.

Susana Raggio