Pidamos a San Josemaría que Jesús hable por nuestra boca y que actúe por nuestras manos y pensamientos

En el marco de la Fiesta de San Josemaría Escrivá, el Cardenal Juan Luis Cipriani presidió la Santa Misa en la Basílica Catedral de Lima el sábado 23 de junio. Durante su homilía mencionó que Dios le concedió al fundador del Opus Dei gracias innumerables y lo escogió como instrumento para iluminar los caminos de la Tierra con la luminaria de la fe y del amor.

“San Josemaría Escrivá, auténtico pionero de la unidad de vida cristiana, llevó la plenitud de la contemplación a todos los caminos de la Tierra y llamó a los fieles a incorporarse en el dinamismo apostólico de la Iglesia, cada uno desde el lugar que ocupa en el mundo”, reflexionó.

Manifestó que todos los bautizados estamos llamados a la santidad si nuestro quehacer cotidiano se convierte en lugar donde encontramos a Dios y lo anunciamos, permaneciendo siempre fortalecidos por la oración, practicando los sacramentos y expresando nuestro amor a la Virgen María.

“Qué bonito saber que ese cariño al matrimonio, a los hijos, a los nietos y las normales actividades de la vida familiar son una manera bien concreta de encontrar a Jesús; el trabajo diario, procurando hacerlo por amor a Dios, con rectitud y lo mejor que se pueda; la vida social; la vida normal; la vida política; el descanso; el deporte; la enfermedad. Todo instante de la vida corriente adquiere un sentido salvífico”, afirmó.

Comentó que Dios ha querido darle un sabor de eternidad a todo acontecer cotidiano de las personas de todas las clases y edades, sacerdotes y laicos, solteros y casados, de todos los rincones del mundo.

“Si entre todos ponemos esa pequeña gota de alegría, de paciencia, de cariño, de comprensión, el mundo se convierte en un paraíso maravilloso. Y al revés, si esperamos que haya acontecimientos muy especiales para que Dios se pronuncie se nos puede pasar la vida en la oscuridad, en la tribulación, en lo que hoy vemos con cierta pena que se extiende por el mundo”, continuó.

El Arzobispo de Lima señaló que es muy importante que los católicos tengamos un nuevo ardor y nuevas maneras de expresar ese amor a Dios y a la Iglesia.

“La Iglesia hoy quiere un nuevo ardor. Quiere más a Jesús, quiere más a tu esposa, a tu marido, a tus hijos, a tus nietos; quiere más a ese trabajo hecho con honradez; quiere más a este mundo que salió de las manos de Dios y que vio que era bueno. No abandones, no te dejes llevar por el pesimismo”, expresó. 

Se refirió también al inmenso amor que San Josemaría tenía por la Iglesia y recordó aquella frase que repetía constantemente: “Todos con Pedro (el Papa) a Jesús por María”.

Del mismo modo, exhortó a mantener siempre ese compromiso personal de una fidelidad a la palabra dada y explicó que es necesario hacer un apostolado y hablar a la gente de Dios, ya que existen campañas que pretenden callar a la Iglesia.

“San Josemaría nos decía siempre: “Los cristianos vamos a navegar a contracorriente, no nos dejemos llevar por falsas ilusiones”. Estos tiempos reclaman unidad, valentía, alegría. Acojamos el consejo de este sacerdote santo. Ofrece tu oración y tu trabajo para que todos los cristianos tengamos una misma voluntad y un mismo corazón, para que todos bien unidos al Papa vayamos a Jesús por María”, recordó.

“María, Madre mía, escúchanos, imploramos tu compasión por el mundo, por la Iglesia, por el Papa, por los obispos, por los sacerdotes, por las familias, por tanta gente buena que quiere ser fiel y que le cuesta. Por allá nos lleva hoy San Josemaría en esta Eucaristía”, finalizó.

Concelebraron con el Cardenal Cipriani, Monseñor José María Ortega Trinidad, Obispo Prelado de Juli; el Padre Emilio Arizmendi Echecopar, Vicario Regional del Opus Dei en el Perú; así como sacerdotes de la arquidiócesis.

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