Para una familia cristiana tener un hijo sacerdote es un honor

Recientemente Emilio Arizmendi Echecopar, abogado peruano, recibió la ordenación sacerdotal de manos de Mons. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei, en la Basílica de San Eugenio, en Roma, junto con otras 25 personas de 12 nacionalidades. Trascribimos a continuación una entrevista suya.

El Padre Emilio Arizmendi

El Padre Emilio Arizmendi estudió en el Colegio La Recoleta. Luego siguió la carrera de Derecho en la Universidad Católica Santa María (Arequipa). Trabajó como Director de Estudios del Colegio Alpamayo (Lima) durante varios años, antes de viajar a Roma para estudiar Teología en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, donde además hizo el Doctorado en Derecho Canónico. Actualmente se encuentra en Valencia (España), realizando trabajos sacerdotales, y llegará en pocos meses al Perú.

¿Cómo está viviendo esta nueva etapa en su vida, la de ser sacerdote?

Haber recibido la ordenación sacerdotal ha supuesto un cambio profundo en mi vida: poseer la capacidad de administrar los sacramentos en nombre de la Iglesia y de predicar la Palabra de Dios con la autoridad de Cristo constituyen las obras más grandes que un hombre puede realizar. Esta capacidad, en virtud de la ordenación, renueva el alma, le otorga la gozosa posibilidad de acercar a los hombres con Dios. En este sentido, cada día implica una nueva llamada, una responsabilidad, una nueva exigencia.

¿Cómo ha tomado su familia el hecho de que se ordene sacerdote?

Para una familia cristiana tener un hijo, hermano, primo o sobrino sacerdote es un honor, un motivo de orgullo. Lo ha sido para mi familia y es lo que pido para todas las familias cristianas.

Mons. Javier Echevarría imponiendo las manos al nuevo sacerdote

En su reciente Encíclica "Ecclesia de Eucaristia", el Papa Juan Pablo II nos recuerda que la vida cristiana tiene su fuente y su cima en la Santa Misa. ¿Tiene algún sentimiento especial ahora que es capaz de celebrar la Santa Misa?

La Santa Misa, efectivamente, es la fuente de donde nace y se nutre la vida cristiana. Debe ser el centro de la vida del sacerdote y de todo fiel cristiano. En ella, unidos al Sacrificio de Cristo, tenemos la posibilidad de poner nuestra oración de alabanza al Padre, nuestros deseos de conversión y de lucha, nuestras peticiones y preocupaciones, nuestros méritos y acciones de gracias. De esta manera, cuando a lo largo de la jornada, elevamos una petición al Señor, le adoramos, le pedimos perdón o reparamos por las faltas de los hombres, sale Cristo en nuestra ayuda, más aún, es Cristo quien pide, alaba y repara por nosotros.

¿Qué representa para usted la figura de Juan Pablo II?

Hace unas pocas semanas, cuando la Universidad La Sapienza de Roma otorgó al Papa Juan Pablo II un Doctorado Honoris Causa, el Rector lo denominó con razón Juan Pablo Magno. Ése es Juan Pablo II: un gran hombre de Dios, querido por el Espíritu Santo para nuestro tiempo.

¿Cuando para algunos el rezo del Rosario empezaba a ser considerado anticuado, el Santo Padre lo ha revitalizado con su Carta Apostólica "Rosarium Virginis Mariae" y los añadidos Misterios de Luz. ¿Qué nos puede decir sobre el rezo del Rosario?

El rezo del Santo Rosario es, además de una devoción mariana en la que se trasluce la exquisita protección maternal de María, una manera de conocer y crecer en el amor a Jesucristo. En cada Misterio de Rosario descubrimos a Cristo, su paso por la Tierra y su llamada a todos los hombres. Rezar el Rosario es acercarse a Cristo por la mediación de María.

Ceremonia de ordenación de 26 sacerdotes en la Basílica de San Eugenio en Roma

¿Guarda algún recuerdo especial de su devoción a la Virgen?

Como decía San Josemaría, el fundador del Opus Dei, en cada vocación y en toda persona que se ha acercado a Dios, ha habido siempre un encuentro con la Virgen. Gracias a Dios aprendí a tratarla y a quererla desde mi infancia, en la forma sencilla como lo hacen las buenas madres cristianas.

¿Cuál es el tema de su tesis doctoral?

Me doctoré en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma. Hice un trabajo de investigación en Derecho Canónico Indiano que tiene el siguiente título: “Estudio histórico-canónico de la cofradía urbana limeña de fines del siglo XVIII”. El trabajo ha tenido como base una fuente histórica inédita del Archivo de Indias de Sevilla que espero publicar en el Perú. Ha sido, en definitiva, el análisis de una institución dentro del marco del derecho canónico desarrollado en la América colonial.

¿Para cuándo piensa regresar al Perú?

Dios mediante en los primeros días del próximo año.