Ordenan Obispo de Yauyos a Monseñor Ricardo García

Mons. Ricardo García García, recientemente nombrado Obispo de la Prelatura de Yauyos-Cañete-Huarochirí, recibió la ordenación episcopal en el Santuario de la Madre del Amor Hermoso, ubicado en la localidad de San Vicente de Cañete, durante una misa celebrada el pasado sábado 4 de diciembre, ante miles de fieles.

Procesión de entrada al Santuario

Actuaron como co-consagrantes el Cardenal Mons. Juan Luis Cipriani, el Nuncio de Su Santidad, Mons. Rino Passigato, y el Arzobispo del Cusco, Mons. Juan Antonio Ugarte. Durante la ceremonia, el Nuncio de Su Santidad leyó el texto de la bula por la cual el Papa Juan Pablo II nombró al nuevo pastor de esta jurisdicción, cuyo gobierno, según recordó, fue encargado por la Santa Sede a la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei el 12 de abril de 1957.

Monseñor García es el cuarto prelado de Yauyos-Cañete-Huarochirí. Anteriormente lo fueron Mons. Ignacio María de Orbegoso, ya fallecido; Mons. Luis Sánchez Moreno Lira y Mons. Juan Antonio Ugarte Pérez. Estos dos últimos participaron también en la ceremonia junto con más de veinte obispos y cerca de cien sacerdotes. Mons. Passigato lo animó a seguir los pasos de sus antecesores, como camino seguro para decidir bien.

Cardenal Cipriani imponiendo las manos a monseñor García

En su homilía el Cardenal afirmó que un Obispo muchas veces tendrá que ser mártir “no por la sangre derramada, sino por algo más difícil: ser fiel a la verdad que tiene obligación de proclamar el Magisterio que nos muestra el Santo Padre”, para lo cual –continuó- tendrá que “dejar de lado el amor propio, la soberbia y el orgullo”.

Dijo también que en el cumplimiento de su ministerio, los obispos cuentan en cada momento con una gracia divina especial y, por tanto, Dios espera de ellos una correspondencia fidelísima.

De acuerdo a la liturgia, el Cardenal formuló una serie de preguntas al nuevo obispo, a quien fue otorgando sucesivamente el anillo episcopal, la mitra, el báculo y, luego, fue invitado al altar mayor donde recibió la felicitación de obispos y sacerdotes, mientras los fieles acompañaban con una cerrada ovación, bajo un radiante sol. Tras la comunión, recibida por multitud de fieles, monseñor García recorrió el Santuario bendiciendo a la concurrencia, que le prodigaba muestras de cariño.

Enseguida expresó su agradecimiento al Papa, a los obispos y sacerdotes, a sus padres, a sus ocho hermanos y familiares, al colegio Maristas donde estudió, al Opus Dei, al que pertenece desde 1972 y a los que lo acompañaron en la ceremonia. Recordó los muchos años que dedicó a atender a sacerdotes del clero diocesano. “Fueron años que me sirvieron mucho. Iba a ayudarles, pero era yo quien salía beneficiado”, comentó. Uno de sus primeros actos, tras su ordenación, fue rezar un responso en la cripta del Santuario por las almas de los sacerdotes fallecidos de la Prelatura de Yauyos.

Bendición final del nuevo Obispo de Yauyos

A esta ceremonia se congregaron más de 3,000 fieles, provenientes de los distintos pueblos de la Prelatura como Mala, Lunahuaná, Pacarán, Laraos -muchos de ellos a más de 3000 metros de altura-, que colmaron el Santuario de la Virgen Madre del Amor Hermoso, cuya imagen fue obsequiada por San Josemaría Escrivá a la Prelatura y bendecida por el Papa Juan Pablo II, en su primera visita al Perú.