Alfredo Cavassa: Pionero en la Orientación Familiar

El sábado 9 de abril del 2016, falleció en Lima, el arquitecto Alfredo Cavassa, supernumerario del Opus Dei, quien junto a otros matrimonios impulsó los cursos de orientación familiar (*) a través de COFAM, institución desde la cual también se impulsaron los colegios Alpamayo y Salcantay. La Doctora Consuelo del Águila, quien lo conoció de cerca nos ofrece un testimonio de Alfredo, como amigo, como padre de familia y como profesional.

Conocimos mi marido, Carlos y yo a Alfredo Cavassa desde mucho antes de 1974, los dos matrimonios éramos supernumerarios del Opus Dei. En 1974 nos convocaron para comenzar unos cursos de Orientación Familiar; los Cavassa ya habían tomado un curso de Orientación Familiar que dictó el Doctor Fontes de Albornós en Lima y a nosotros nos convocaron para un curso que se dictó en Lima, al anterior no pudimos ir porque vivíamos en Estados Unidos.

Desde un principio, Alfredo mostró dotes de ser un gran profesor, y de una persona de fácil trato siendo un gran amigo, se notaba su interés por la familia y por las familias que hacíamos los cursos, contagiaba a todos sus dotes de gran motivador, teníamos los hijos muy pequeños en ese entonces y nos ayudábamos entre todos para ver quien se quedaba con los niños cuando teníamos que dar los cursos que se comenzaron a dar en forma continua.

El era el que nos daba el “feedback” cuando ensayábamos como dar las clases, recuerdo que siempre me corregía por mi forma rápida de hablar, hasta que una vez no pudo más y como arquitecto que era, se consiguió un pliego de papel grande, se puso en la última fila del aula semicircular de la antigua sede del PAD de la Universidad de Piura donde dábamos las clases y con plumones de colores pintó unas letras grandes que decía “metralleta”, para que tuviera en cuenta que podía estar hablando muy rápido; su sentido del humor era fino y constante.

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Nunca para él había obstáculos que le impidieran hacer el bien, ayudar a alguien en una necesidad, o en dictar los cursos de Orientación Familiar, o en conseguir los locales para las clases. Siempre recordaré cuando estando mi esposo en sus últimos momentos, y al no poder hablar hacía gestos para que se le entendiera, Alfredo se agenció una cartulina y le hizo un abecedario y le proporcionó un puntero para que señalara las letras y así poder entenderlo. El famoso puntero que hizo reír a Carlos, era una cañita de tomar bebidas.

Como marido siempre lo vi ayudar con prontitud a su esposa, Silvia. Le encantaba recibir a sus amigos, cocinar parrilla para ellos, cambiar pañales cuando sus hijos eran pequeños, llevarlos al colegio haciéndoles agradable su viaje, me consta todo eso porque estoy muy unida a su familia, soy madrina de Nicolás, el octavo de sus hijos.

Un buen profesional se perpetúa en sus obras y Alfredo era un gran profesional. Tengo la satisfacción de tener una obra hecha por él, pues era un artista diseñando, lo vi trabajar muy de cerca porque hizo nuestra casa, con que cuidado estaba hasta en los detalles más insignificantes, amaba su trabajo, y lo hacia muy bien.

Se dice que a un hombre se le conoce en el momento de su muerte. Tuve la ocasión que su familia me permitiera estar en sus últimos momentos, esperaba la muerte con una paz muy grande rodeado de Silvia, de todos sus nietos y del último de escasos meses en su regazo, rodeado de sus amigos, en un ambiente donde se respiraba a Dios presente entre nosotros, había alegría allí, porque sabíamos que se nos iba al cielo, murió oyéndonos rezar las preces y el Regina Coeli, el sábado 9 de abril a veinte minutos para las doce del día.

(*) En el año 2006, se fundó el IFFD Perú, como el Instituto para el Desarrollo de la Familia-Raíces, una iniciativa de un grupo de padres de familia que se dedica fundamentalmente a impartir los cursos de orientación familiar en Lima, Arequipa, Cañete, Piura y Chiclayo. Más información sobre estos cursos en: https://iffdperu.weebly.com/

Abril de 2016