Papa Francisco: “La visita al Perú deja una huella imborrable en mi corazón”

Más de un millón setecientos mil personas participaron de Misa en Las Palmas

El Santo Padre Francisco llegó a la Base Aérea Las Palmas, para presidir la Santa Misa con la participación de más de un millón setecientos mil personas que acudieron como peregrinos desde distintas partes de la ciudad capital peruana y de diversas ciudades del interior del Perú y países vecinos.

A su ingreso al recinto, el Sumo Pontífice saludó a los miles de fieles desde el papamóvil, en su recorrido previo hacia el estrado, desplazándose por un circuito especialmente designado para permitirle bendecir a los fieles.

Durante su homilía, el Santo Padre exhortó a prestar atención a aquellos que sufren y encuentran en el amor de Dios un “antídoto contra la globalización de la indiferencia”. Del mismo modo, animó a oír el llamado de Jesús, para encender la esperanza.

“Que la degradación sea superada por la fraternidad, la injusticia vencida por la solidaridad y la violencia callada con las armas de la paz”, dijo el Papa Francisco.

Asimismo, invitó a los cerca de dos millones de personas a anhelar el Cielo. “El Reino de los Cielos está entre ustedes, está allí donde nos animemos a tener un poco de ternura y compasión”, indicó.

Agradecimiento del Cardenal Primado del Perú

Al término de la Misa, el Cardenal Juan Luis Cipriani agradeció al Papa Francisco por todos los detalles para con el pueblo peruano durante los cuatro días de Visita Apostólica.

“En nombre del Santo Pueblo de Dios, quiero decirte gracias porque en estos días, con tu presencia, palabra y gestos te has robado el corazón de los peruanos. El Señor de los Milagros nos contempla con gozo. Es un reto que nos dejas a todos. Queremos ser una Iglesia misionera, para llevar a Jesús a todos nuestros pueblos. Son millones los que te han seguido a través de los medios de comunicación a los cuales les agradecemos. Unidos a Jesús buscamos un país más unido y solidario. Una sociedad más honesta y transparente donde la corrupción no impida la atención de los más pobres. Gracias Papa Francisco por la ternura y la entrega. Te prometemos las oraciones junto a la Madre María”, mencionó.

Perú, tierra de esperanza

Seguidamente, el Papa Francisco saludó al Arzobispo de Lima y Primado del Perú y agradeció el cariño del pueblo peruano.

“Doy gracias al Cardenal Juan Luis Cipriani, Arzobispo de Lima, por sus palabras, a mis hermanos obispos por su presencia y a todos ustedes que han hecho posible que esta visita dejara una huella imborrable en mi corazón”, mencionó.

“Agradezco a los miles de voluntarios que con su trabajo silenciosos y abnegado como “hormiguitas” contribuyeron para que todo pudiera concretarse. A la comisión organizadora y a todos los que con su dedicación y esfuerzo hicieron posible este encuentro”, agregó.

Finalmente, señaló que el Perú es una tierra de esperanza “por la riqueza de sus tradiciones y costumbres que han marcado el alma de este pueblo. A ellos les pido que descubran en la sabiduría de sus abuelos, de sus ancianos, el ADN que siguió a sus grandes santos. Los invito a no tener miedo a ser santos del siglo XXI. Hermanos peruanos, tienen tantos motivos para esperar, lo he visto, lo he tocado en estos días. Cuiden la esperanza”, culminó.

Al término de la Misa, el Papa fue despedido por la multitud de fieles y partió hacia el Aeropuerto Jorge Chávez para dirigirse a Roma.

obre la Multitudinaria Misa

La venerada imagen del Señor de los Milagros presidió el altar de la Misa en Las Palmas.

La primera Lectura (Libro Jonás 3, 1-5. 10) estuvo a cargo de Fray Jefferson Espinoza Quispe, de Manchay; el Salmo Responsorial (Salmo 24), por el seminarista Ricardo Cordón del Seminario Santo Toribio de Mogrovejo; la Segunda Lectura (Primera Carta de Corintios 7, 29-31) la dirigió Elizabeth Saco Del Águila y la proclamación del Evangelio (San Marcos 1, 14-20) estuvo a cargo por el diácono Paul Ramírez.

Por su parte, las ofrendas fueron llevadas al Santo Padre por dos familias.

Asimismo, las peticiones las realizaron Ricardo Duarte, ex miembro de la selección peruana de básquet; la Hna. Irma Edquén, religiosa de la Congregación Franciscanas de la Inmaculada Concepción (por los obispos); Claudia Carcelén, representante de la Fraternidad Carcelaria; y Edward Herrera.