Francisco: No tengamos miedo de compartir el viaje

Al iniciar este nuevo año 2018, es oportuno recordar que el Papa nos dice que en la esperanza está el impulso para “compartir el viaje” entre todos: “¡Hermanos, no tengamos miedo de compartir el viaje! ¡No tengamos miedo de compartir la esperanza!” (Roma, 27.09.2017).

Los cristianos cultivamos la fe en Cristo, la esperanza en el cielo, la caridad con Dios y con el prójimo. Francisco nos enseña: “Estamos llamados al amor, a la caridad y esta es nuestra vocación más alta, nuestra vocación por excelencia”. (15/03/2017). Por tanto, la preparación adecuada para recibir al Papa Francisco, es reflexionar sobre cómo vivimos estas tres virtudes –fe, esperanza, caridad– que la Iglesia llama virtudes teologales.

Los cristianos cultivamos la fe en Cristo, la esperanza en el cielo, la caridad con Dios y con el prójimo.

No en vano el lema de la visita papal al Perú es “Unidos por la esperanza”. Francisco nos ha dicho a los peruanos que los santos de nuestra tierra no son tristes sino alegres. Nosotros, los fieles católicos, buscamos la santidad y por lo mismo tenemos que cultivar la virtud de la alegría, fruto de la fe, de la esperanza, de la caridad.

Alegría que se convierte en una especial dicha, pensando que tendremos al Papa Francisco en el Perú y lo podremos ver y escuchar, rezar mucho por él y expresarle de diversas formas nuestra alegría compartida. Cientos de muchachas y muchachos, se han sumado con gran ilusión para facilitar la fiesta que será el paso de Francisco en Lima, y concretamente en el recinto preparado en Las Palmas en la tarde del 21 de enero próximo.

Los sacerdotes –en los días previos a la visita- estaremos a disposición de los fieles para confesar, durante la misa en Las Palmas distribuiremos la comunión, y otras tareas que nos sean solicitadas. Lo haremos con mucho gusto, dando gracias a Dios. El Señor nos dará su gracia a todos los peruanos por estos gestos de fidelidad al Vicario de Cristo, “el dulce Cristo en la tierra”, como lo llamaba santa Catalina de Siena.

El Señor nos dará su gracia a todos los peruanos por estos gestos de fidelidad al Vicario de Cristo.

“Queridos hermanos” –nos ha dicho Francisco– “¡seamos gratificados por el don de la fe, agradezcamos al Señor por su amor tan grande y no merecido! Dejemos que el amor de Cristo se derrame en nosotros: de este amor el discípulo se nutre y en él se funda; de este amor cada uno de nosotros puede nutrirse y alimentarse. Así, en el amor agradecido que derramamos sobre nuestros hermanos, en nuestras casas, en la familia, en la sociedad se comunica a todos la misericordia del Señor”. (Catequesis, Roma, 20. 04. 2016).

San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, escribió: “Gracias Dios mío, por el amor al Papa que has puesto en mi corazón” (Camino, 573). Cultivó un amor filial a los papas, rezando por ellos y enseñando a los fieles católicos a sentir el mismo cariño y elevar las mismas oraciones por el obispo de Roma, como sentimos estas semanas los peruanos.

Emilio Arizmendi Echecopar

Vicario Regional del Opus Dei en el Perú