A pesar de la basura

Quise ponerme el anillo, pero ya no estaba. El susto fue grande, porque podría estar en cualquier sitio del camino hecho, o también en el basurero...

Hoy en la mañana, mientras caminaba por la calle, me quité un anillo (que junto con el valor material, tiene un valor emocional muy grande para mí) para ponerme crema en las manos. Lo guardé muy conscientemente en el bolsillo del abrigo, porque tenía miedo de perderlo. Caminé alrededor de diez minutos. Al pasar junto a un basurero, aproveché para tirar un papel que tenía en los bolsillos del abrigo.

Poco después quise ponerme el anillo, pero ya no estaba. El susto fue grande, porque podría estar en cualquier sitio del camino hecho, o también en el basurero. Con una amiga, que justo pasó en este momento por allí, recorrimos todo el trayecto buscando dónde hubiera podido caer. Lo encomendé especialmente a Dora, cuyo cumpleaños fue ayer. Como la calle estaba muy sucia, la posibilidad de que un coche lo hubiera aplastado o que otra persona lo hubiera encontrado era muy grande.

Al final, decidimos buscar de nuevo en el basurero, donde, después de sacar una gran parte del contenido, lo encontré. Estoy muy agradecida a Dora por este favor porque este anillo, para mí, era insustituible.

S. H.